Tirar de la correa
Sobre todo para perros de razas grandes, el andar con correa es una acción de gran importancia. Es otro de los ejercicios que más problemas suelen dar a los propietarios.
Cuando paseas con un perro con tensión en la correa estás, de alguna manera, enseñando al perro a que tire de la correa con más fuerza. El perro está siendo reforzado cada vez que tira, se mueve hacia donde quiere llegar y tú le sigues. El perro tira de la correa porque nosotros le seguimos…
Debemos descartar las falsas teorías y la “mitología canina” que intenta explicar un comportamiento tan simple con retorcidas explicaciones basadas en la teoría de la manada o la dominancia. El perro no tira de la correa porque sea el líder de la manada o sea dominante…TODOS los perros tiran de la correa si han aprendido a hacerlo, independientemente de si son “dominantes”, “sumisos”, de raza grande o pequeña….
Los perros tiran de la correa principalmente por dos motivos…porque nosotros les seguimos y porque su paso natural es muchísimo más rápido que el nuestro.
Sin embargo, tirar de la correa es algo muy incómodo, tanto para ti como para el perro. Esta tensión de la correa puede ponerle bastante nervioso y comenzar a tirar con más fuerza, además de ladrar a personas y perros que pasen a su lado….Por supuesto esta tensión de la correa puede derivar en problemas de conducta bastante más graves como agresividad hacia otros perros y/o personas.
Los métodos tradicionales utilizaban el castigo para controlar esos tirones. Cada vez que el perro tiraba el adiestrador le daba un tirón seco y fuerte de la correa (unido al collar de pinchos y/o el de ahogo)…esto desencadenaba una espiral de “consecuencias negativa”. El perro comenzaba a asociar el paseo con una experiencia desagradable y tensa y por supuesto cada vez tiraba más de la correa (para intentar escapar de esos tirones). También solía ocurrir lo siguiente, el perro se acostumbraba al dolor producido por el tirón y prefería seguir tirando incluso soportando ese dolor…por tanto era necesario utilizar un castigo más fuerte cada vez…. ¿hasta dónde somos capaces de hacer sufrir a nuestro perro antes de probar un método alternativo?
Otra consecuencia de estos tirones/ castigo era la agresividad hacia personas y/o perros mientras va atado con la correa….Los perros aprenden por asociación, si cada vez que ven una persona y/o perro se intentan acercar a saludar reciben un tirón/castigo….¿que aprenden?….muy sencillo, la asociación queda establecida: persona/perro=DOLOR….
por tanto, el perro intentará con ladridos (o métodos más fuertes como el mordisco) que esa persona o perro no se acerque (para no sufrir el tirón)…¿Quién pensó que el perro asociaría el tirón a un castigo por tirar en vez de un castigo asociado a esa persona o perro al que intentaba acercarse?
Si le enseñamos a caminar con la correa sin tensión con métodos basados en la educación canina en positivo nuestros paseos serán mucho más relajados y agradables para el perro y para quien lo pasea.
Puede resultar una tarea difícil, por eso necesita mucha práctica. Por esta razón, debemos practicar este ejercicio con regularidad.
Comenzaremos practicando en casa, un pasillo largo sería el lugar ideal. Es importante crear unas bases sólidas para fijar un comportamiento adecuado desde el principio.
Cuando hayamos conseguido buenos resultados en casa podemos comenzar a practicar en la calle. No lo haremos en el paseo normal hacia el parque sino que practicaremos en una acera sin distracciones y trabajaremos en esa misma acera hasta que lo realice correctamente.
Evidentemente tenemos que pasear con nuestro perro hacia el parque en algún momento del día….NO PRACTIQUES el ejercicio en ese momento….lo ideal sería ponerle un arnés anti-tiro para esos momentos. En España los puedes encontrar en www.knsediciones.com y en www.dogstar.es
Practicando la orden, primeros pasos, ejercicio de seguirte.
- Enséñale que tienes algo de comida (o un juguete) para captar su atención.
- Comienza a andar con paso rápido en una dirección, motivando al perro para que te siga. Cuando empiece a seguirte, dale lo que llevas en la mano.
- Poco a poco le pedirás que te siga durante más tiempo y en situaciones más difíciles.
- Repite este proceso varias veces al día. Si puedes enseñar a tu perro que te siga con motivación, habrás superado uno de los pasos más difíciles para que tu perro aprenda a caminar a tu lado sin tirar de la correa.
- Trabaja sin correa, si conseguimos que nuestro perro nos preste atención y camine a nuestro lado sin necesidad de correa será mucho más sencillo enseñarle a caminar con correa sin tensión.
Correa suelta
En esta fase vamos a enseñarle que no puede haber tensión en la correa. A muchos perros se les ha enseñado (normalmente de manera involuntaria) que la tensión en la correa significa que se va más rápido. Es el momento de romper este esquema de aprendizaje para que el perro controle que no haya tensión en la correa.
- Dedica algunos minutos a que tu perro se mantenga con la correa a tu lado y vigila que la correa no esté tensa. Cada vez que tu perro no esté tirando de la correa, felicítale y dale un premio. Asegúrate de que no estás tirando o acortando la correa.
- Cuando tu perro se mantenga más frecuentemente a tu lado sin tirar de la correa, enséñale que llevas un juguete o premio, para que te preste más atención. Da un paso hacia delante motivando al perro para que te siga, si lo hace sin tirar felicítalo y dale un premio.
- Poco a poco incrementa el número de pasos, sigue motivándolo para que camine a tu lado sin tirar.
- Cuando tu perro responda seguro al ejercicio y se mantenga bien a tu lado, empieza a usar la palabra JUNTO o un chasquido con la lengua o una palmada en la pierna para asociarla al hecho de caminar a tu lado.
- Si tu perro, en cualquier momento del ejercicio, tira de la correa, para inmediatamente. Espera hasta que deje de tirar y cuando lo haga felicítalo y dale un premio.
- Continua practicando.
Junto, caminar al lado sin tirar de la correa
Seguiremos practicando este ejercicio con lo que probamos en el apartado de la correa suelta. Ahora nos centraremos en conseguir que el perro camine a nuestro lado.
- Con el perro de la correa, enséñale que tienes algo en la mano que le resulte atractivo (un juguete o premio) para fijar su atención.
- Motiva al perro a acercarse a la mano en la que estás sujetando el objeto, dile “junto” (chasquido con la lengua o una palmada en la pierna) y empieza a caminar. Da un solo paso.
- Si tu perro camina a tu lado dale un premio o déjale jugar un momento con el juguete.
- Continua el ejercicio, da un paso más y si te sigue dale el trozo de comida.
- Ve aumentando el número de pasos que das antes de darle el refuerzo de manera gradual.
- Poco a poco ve retirando el premio por unos instantes. Si tu perro sigue quedándose a tu lado, felícitale y dale un premio.
- Podrás ir incrementando el tiempo en que no utilizas el premio.
- Si tu perro, en cualquier momento del ejercicio, tira de la correa, para inmediatamente, no reanudarás la marcha hasta que deje de haber tensión en la correa. También puedes probar a pararte y dar varios pasos hacia atrás cuando tire de la correa, queremos mostrarle que si se va muy rápido o tira de la correa no llega a ninguna parte, no vamos a reforzarle siguiéndole.
De igual manera, si tira en alguna dirección (porque haya algo en ese sitio que le llama la atención), puedes cambiar de sentido, de esta manera el perro entenderá que por mucho que tire no llegará más rápido.
Es muy importante que le refuerces cuando deje de tensar la correa, dale un trozo de comida y continúa caminando, felicítale por hacerlo bien y después volver a probar en la dirección más difícil.
Cada dos o tres pasos puedes sentar a tu perro, de esta manera le mantendrás más pendiente de ti.
Cuando paseas con un perro con tensión en la correa estás, de alguna manera, enseñando al perro a que tire de la correa con más fuerza. El perro está siendo reforzado cada vez que tira, se mueve hacia donde quiere llegar y tú le sigues.
Sin embargo tirar de la correa es algo muy incómodo, tanto para ti como para el perro. Esta tensión de la correa puede ponerle bastante nerviosos y comenzar a tirar con más fuerza, además de ladrar a personas y perros que pasen a su lado….Por supuesto esta tensión de la correa puede derivar en problemas de conducta bastante más graves como agresividad hacia otros perros y/o personas.
Si le enseñamos a caminar con la correa sin tensión nuestros paseos será mucho más relajados y agradables para el perro y para quien lo pasea.
Nuestra intención al sacar a pasear a nuestros perros debería ser darle a nuestro perro la ocasión de “ver mundo”, de socializarse, de olisquear, de hacer sus necesidades…en definitiva, de RELAJARSE. Si vamos de paseo con nuestro perro constantemente tirando de la correa y nosotros tirando a su vez para mantenerlo a nuestro lado y “peleándonos” el paseo no va a ser nada divertido ni relajante.
Es importante dejar a nuestro perro satisfacer sus necesidades de olisquear, de saludar a otros perros, de pararse a investigar algo que le resulte extraño, etc, y debemos hacerlo sin tensión en la correa. El perro no tiene que ir necesariamente pegado a nuestra pierna y mirándonos durante el paseo, puede ir un poco delante o un poco detrás si así lo desea pero lo ideal es que sea sin tirar de nosotros y por supuesto da absolutamente igual a que lado de nuestro cuerpo le llevemos, no estamos compitiendo, estamos paseando.
Extraído del grupo de discusión de PDTSPAIN en facebook «Educación canina en positivo», comentario de Virginia Gallego, Directora de PDTSPAIN
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